Marx estaba equivocado.
Marx estaba equivocado. En muchas cosas pero sobre todo en una, la más fundamental. La historia ha demostrado una y otra vez que el proletariado no es el sujeto revolucionario de la historia. Sobre todo si depende, con la solución que generó Lenin a la contradicción inicial, de una vanguardia integrada por la intelingentsia burguesa para educarle sobre su potencia revolucionaria y su alienación. O sea, se necesita que llegue el que sabe a enseñarle al que no sabe, que está oprimido. En fin, el sujeto revolucionario, el verdadero, el más radical y que ha provocado cambios tras cambios en nuestras vidas materiales y espirituales, es el capital mismo. A partir de entender y aprehender esta verdad, se viene todo lo demás.